martes, 7 de julio de 2009

LA NOTA CLAVE DEL ALMA ES EL SERVICIO

El servicio es la vía imperial, es el mínimo común denominador de todas las religiones del mundo. En el servicio está incluida la apertura, la solidaridad, la cordialidad, la buna voluntad, la generosidad e incluso la inteligencia ya que cuando estamos en ese estado de apertura a la necesidad del otro percibimos soluciones nuevas, vienen a nosotros nuevas ideas, respuestas únicas...

El servicio es amor en movimiento, es lo que nos permite ser absolutamente originales, únicos y lo que nos permite la máxima intimidad en el mínimo tiempo. Es posible conectar con otro ser humano e influir en su vida aunque sólo le veamos una vez.

Servir es en suma vivir ya que servir es vivir con el corazón abierto. Servir redime al que sirve y al que es ayudado, servir acerca, servir regenera.

Si servimos ya no necesitamos estudiar budismo, hinduismo, cristianismo corriente, ni cristianismo esotérico, porque seremos budistas, cristianos e hindúes a un tiempo y de verdad.

Vivir espiritualmente es servir. Cristo en nosotros es nuestra capacidad de darnos, de servir.

Cada uno de nosotros, todos y cada uno ha nacido con una nota única para darle al mundo, nadie más que nosotros puede servir a nuestro modo, nadie. Cuando entramos en la dimensión del servicio - y la de Géminis es la Luna Llena de propicia para ello – entramos en a dimensión del alma, de nuestra verdadera identidad, de nuestro ser real.

Sólo hay dos formas de vivir, con el corazón abierto, sirviendo, siendo, amando; o con el corazón cerrado. Cuando tenemos el corazón cerrado hay temor y siempre hay fricción y en alguno u otro grado nos estamos violentando, estamos navegando contra corriente, fuera de nuestro verdadero cauce. Cuando vivimos desde la apertura amorosa entramos en a dimensión del drama, todo lo que hacemos construye nuestro cuerpo causal, el Karana Sarira, el templo de Salomón. El Templo es el vehículo del alma, cuando lo construímos ya estamos en el camino de la Iniciación.

Los días previos y posteriores a la Luna Llena de Géminis son muy propicios para decir el MANTRAM DEL DISCÍPULO:

Soy un punto de luz dentro de una Luz mayor.
Soy un punto de energía amorosa dentro de la corriente de Amor divino.
Soy una chispa de fuego de sacrificio dentro de la ardiente Voluntad de Dios.
Y así permanezco.

Soy un camino por medio del cual los hombres pueden realizar.
Soy una fuente de fuerza que les permite mantenerse.
Soy un rayo de luz alumbrando su camino.
Y así permanezco.

Y permaneciendo así, vuelvo
Y voy por el camino de los hombres,
Y conozco los caminos de Dios.
Y así permanezco.

Enviado: María Monzalvez (Rancagua) Chile

No hay comentarios: